Curso TCP

Laura Porta – Cabin Crew en Wamos Air

Laura Porta es periodista y Azafata de Vuelo de Wamos Air, la aerolínea chárter líder en Europa. Se formó como TCP en Central Barcelona en 2019 y, actualmente, compagina vuelos de largo radio con su pasión por la comunicación colaborando para DiarioAzafata. Hoy nos cuenta cómo fue su formación en nuestra academia y su experiencia en el sector aeronáutico.

¿Cómo empezó tu pasión por la aviación?

Inesperadamente. En bachillerato me preguntaba constantemente: ¿estudio periodismo, turismo o educación? Sentía curiosidad por tres sectores completamente distintos y decantarme por uno solo se me hacía muy complicado.

Aposté por graduarme en periodismo, al darme cuenta de que, a posteriori, podría estar a tiempo de adentrarme en la docencia y en el sector turístico a través de diversas vías.

Hice mucha introspección y me di cuenta de que lo que realmente me apasiona, además de contar historias, es viajar, conocer gente y ver nuevas perspectivas de la vida. Así pues, tras acabar primero de carrera, me puse a investigar sobre la profesión por internet y di con el curso intensivo de verano de Central Escuela Aeronáutica. Matricularme fue de las mejores decisiones que he tomado. En un mes me enamoré del sector y conseguí mi licencia.

¿Cómo recuerdas tu formación en Central Barcelona?

Fue sobresaliente. Desde el primer día que pisé la escuela para pedir información pude sentir esa profesionalidad y cercanía que la caracteriza. Es, precisamente, la calidad humana de Central Barcelona el factor que considero que hace que sea todo un centro referente. Nunca olvidaré los sabios y honestos consejos de Laura (directora), la empatía y vocación docente de Elisabeth, los momentos divertidos en las clases de Quique, los tips imprescindibles para pasar con éxito procesos de selección de Carlos… Todos son encantadores y contagian su entusiasmo por la profesión en cada clase.

Estoy súper orgullosa de haberme formado en esta escuela y me siento muy feliz al ver que los valores de Central se están expandiendo por toda España a través de varias sedes.

¿Cómo fue tu primera entrevista de TCP? ¿Fue la que te brindó las alas o hubo más intentos?

¡Anecdótica! Fue para la aerolínea Easyjet. Buscaban TCPs para la temporada de verano de 2022. Yo estaba en segundo de carrera y tenía claro que, hasta que no me sacara el título, no empezaría a buscar trabajo en el sector aeronáutico. Me llamó la atención que la aerolínea ofreciera un puesto temporal justo los meses en los que tenía vacaciones de verano y apliqué.

El proceso fue online. Después de pasar los test iniciales, me convocaron a un assessment center virtual y a una entrevista. No fue la aerolínea que me brindó las alas, me tuvieron que dejar en bolsa por la acumulación de TCPs en espera para realizar los cursos de conversión.

Seguí con mis estudios y al acabar la carrera, decidí presentarme al proceso de selección de la aerolínea para la que trabajo actualmente.

¿Cómo fue tu vuelo FAM?

Fue un ida y vuelta Madrid-Tenerife. Tuve la suerte de compartir FAM con una compañera maravillosa. Ambas sabíamos que esa fecha iba a marcar un antes y después en nuestro calendario.

En el primer salto, ella iba con un instructor cubriendo business y yo con otra instructora en la parte trasera colaborando en economy. En el tramo de vuelta, intercambiamos posiciones. Iniciarse con un A330 es imponente, pero si lo haces de la mano de una tripulación cercana, servicial y altruista… ¡Es una experiencia excepcional!

¿Cuál fue tu primer operativa cubriendo puerta?

Fue volando para Royal Air Maroc. Nos posicionaron a Casablanca y de allí volamos hacia Qatar. El avión iba lleno de aficionados dispuestos a disfrutar en el Estadio de Lusail del Mundial 2022. Éramos una tripulación íntegra española llevando a marroquíes a Doha un día antes de disputarse el partido Marruecos-España. Como os podréis imaginar, el ambiente en cabina estaba animado.

¿Qué es lo que más te gusta de la aerolínea en la que trabajas?

Me permite vivir experiencias que, si no fuera por este trabajo, dudo mucho que viviera: hacer una ruta por el desierto, bañarme en playas de ensueño en diciembre, hacerme un masaje en Indonesia, ver canguros en libertad… Te recuerda que estás vivo y que en tus manos está apreciar cada minuto.

Además, el hecho de ir cambiando de tripulaciones te permite conocer personas maravillosas de las que puedes aprender muchísimo, tanto a nivel profesional como personal. Muchas de ellas se convierten en grandes amistades.

Wamos Air me permite sentirme protagonista de la canción Copenhague de Vetusta Morla y cantar: “Dejarse llevar, suena demasiado bien. ¡Jugar al azar, nunca saber dónde puedes terminar o empezar!”.

¿Y del trato con el pasaje?

Parte de nuestra flota tiene capacidad para más de 400 personas y eso significa gestionar distintas culturas, personalidades y emociones, lo cual es un reto y una oportunidad para aprender. Me gusta interactuar con cercanía y empatía, transmitiendo tranquilidad y predisposición por hacer que su viaje sea lo más agradable posible. Lo que más me llena es que salgan del avión agradecidos y contentos.

¿Qué más ventajas destacarías del sector?

Ser TCP tiene muchísimas ventajas aparte de viajar y ofrecer estabilidad económica. Destacaría la posibilidad de conocer “personas alas”: aquellas que dan sentido a la vida, que te dejan huella y te edifican.

Este sector te da la oportunidad de aprender de otras culturas, saborear platos riquísimos de diferentes países, alojarte en hoteles excepcionales, practicar idiomas…

La flexibilidad de las programaciones te permite tener tiempo para otras facetas o hobbies. Personalmente, lo aprovecho para estudiar online, leer, escribir, bailar…

¿Qué consejos les darías a otros TCPs?

A los que se están planteando ser TCPs, les recomendaría dar el salto sin pensarlo y formarse en una buena escuela. ¡Central Escuela Aeronáutica es una excelente opción!

A los que se inician en el sector, les aconsejaría ser perseverantes y disfrutar de cada etapa. En caso de estar buscando trabajo, los animaría a presentarse a varios procesos de selección teniendo en cuenta si encajan con los valores de las aerolíneas a las que aplican, y no desanimarse si reciben alguna negativa.

Y a los compañeros de a bordo, les diría que sigan trabajando y cooperando desde la humildad, el respeto y la empatía.